Hangar 7: burbuja porta aviones - Volkmar Burgstaller
En el aeropuerto de Salzburgo, Volkmar Burgstaller proyectó el museo de la colección de aviones históricos Flying Bulls, una osada cáscara de acero y vidrio inspirada en formas aerodinámicas.
El edificio, en pleno aeropuerto de Salzburgo, fue concebido como una burbuja de acero y vidrio por el arquitecto austríaco Volkmar Burgstaller, quien se inspiró en el perfil aerodinámico de las naves para conjugar un hangar high tech con un espacio contemporáneo de muestras de arte joven con restaurante y bares.
Mide 100 metros de largo por 60 de ancho y cuenta con una puerta de ingreso de 40 metros de alto, por donde entran y salen las máquinas voladoras; y está frente al Hangar-8, otra contrucción similar pero más pequeña donde se realizan el mantenimiento y las reparaciones.
En la planta baja del Hangar-7 se dispone el foyer Doppler (donde los visitantes pueden experimentar este efecto), un lounge y las oficinas de administración.
En la primera planta está el restaurante Ikarus, balconeando sobre el interior de gran altura, mientras que en los niveles superiores se ubicaron los bares Mayday y Threesixty, este último está colgado del techo, tiene piso de vidrio y se accede a través de un puente.
Actualmente y hasta el 15 de noviembre se expone "Paint something German", con 10 artistas nacidos entre 1966 y 1982.
FICHA TECNICA
Obra: Hangar 7, museo de aviones Flying Bulls
Arquitecto: Volkmar Burgstaller
Medidas del Hangar-7: 100 metros de largo, 67 metros de ancho y 14,5 metros de altura
Materiales: 7000 m2 de cristal y 1200 toneladas de acero
Piezas de cristal de diferentes tamaños y curvaturas: 1754
Longitud de juntas de cristal selladas con silicona: 16 kilómetros.
Superficie sobreedificada: 4100 m2
Superficie de planta: 3700 m2
Puerta del hangar: 350 m2
Vano max. aprox.: 95 metros x 66 metros
Material excavado: 45.000 toneladas
Es un museo de aviones históricos pero no uno cualquiera, porque cada uno de estos pájaros de acero además de ser antiguos y raros, todavía pueden volar. Se trata de Hangar-7, el museo de la colección Flying Bulls, que pertenece al grupo homónimo dedicado a buscar hidroaviones y unidades de combate, a restaurarlos como nuevos y hasta pilotarlos a menudo en espectáculos aéreos.
El edificio, en pleno aeropuerto de Salzburgo, fue concebido como una burbuja de acero y vidrio por el arquitecto austríaco Volkmar Burgstaller, quien se inspiró en el perfil aerodinámico de las naves para conjugar un hangar high tech con un espacio contemporáneo de muestras de arte joven con restaurante y bares.
Mide 100 metros de largo por 60 de ancho y cuenta con una puerta de ingreso de 40 metros de alto, por donde entran y salen las máquinas voladoras; y está frente al Hangar-8, otra contrucción similar pero más pequeña donde se realizan el mantenimiento y las reparaciones.
En la planta baja del Hangar-7 se dispone el foyer Doppler (donde los visitantes pueden experimentar este efecto), un lounge y las oficinas de administración.
En la primera planta está el restaurante Ikarus, balconeando sobre el interior de gran altura, mientras que en los niveles superiores se ubicaron los bares Mayday y Threesixty, este último está colgado del techo, tiene piso de vidrio y se accede a través de un puente.
Actualmente y hasta el 15 de noviembre se expone "Paint something German", con 10 artistas nacidos entre 1966 y 1982.
FICHA TECNICA
Obra: Hangar 7, museo de aviones Flying Bulls
Arquitecto: Volkmar Burgstaller
Medidas del Hangar-7: 100 metros de largo, 67 metros de ancho y 14,5 metros de altura
Materiales: 7000 m2 de cristal y 1200 toneladas de acero
Piezas de cristal de diferentes tamaños y curvaturas: 1754
Longitud de juntas de cristal selladas con silicona: 16 kilómetros.
Superficie sobreedificada: 4100 m2
Superficie de planta: 3700 m2
Puerta del hangar: 350 m2
Vano max. aprox.: 95 metros x 66 metros
Material excavado: 45.000 toneladas
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