Arquitectura paisajista: Palacio Duhau
El contexto
Previo a la realización del diseño fue importante hacer una reflexión exhaustiva sobre el programa de arquitectura del futuro jardín, con la intención de crear esa nueva identidad como síntesis entre las que ya aportaban un edificio patrimonial y otro contemporáneo. Se propuso vincular funcional y escénicamente los dos núcleos y captar correctamente la escala de los elementos singulares del paisaje propio del sitio y el de los edificios y la vegetación linderos.
El potencial existente era la barranca, a la que se le dio el merecido valor como uno de los pocos vestigios del paisaje original de Buenos Aires. Pero una barranca no es un jardín en sí misma.
Un jardín debe ser un espacio diseñado que permita ser recorrido y usado como un lugar de permanencia y no sólo de contemplación, que permita generar en el espectador distintas sensaciones, diferentes modos de disfrute y que motive a descubrirlo en cada uno de sus rincones. Desde otro punto de vista, una barranca tiene la vocación natural para derramar el espacio hacia un río o un valle.
La importante presencia de la fuente recupera el eje de simetría del jardín, perturbado por el desplazamiento de la torre hacia uno de los laterales.
A falta de esto, se pensó en abrirla hacia el espacio público en la calle Posadas, volcando el beneficio de ese paisaje a la ciudad misma, evitando que rematara estérilmente contra una construcción. Pocos edificios de Buenos Aires ofrecen la posibilidad de ingresar en los jardines subiendo la pendiente desde la calle, como sucede en algunas antiguas plazas de Buenos Aires y recordando, a su vez, los tiempos fundacionales de la Avenida Alvear.
La propuesta y la realización
En el parque central del hotel, la escala y los espacios estaban dados por el enorme gomero y las fachadas de los edificios. Esta particularidad obligó a ser cuidadoso en la determinación de la síntesis y del tamaño de los elementos a incluir. La intención fue que el jardín, pese a ser soporte de las actividades de un hotel, se percibiera como el paisaje original del Palacio.
Otra propuesta fue lograr la integración entre los edificios de Alvear y de Posadas, tan diferentes, para lograr ligar ambas intervenciones. Las vistas, lejanas y cercanas, el equilibrio de fondos y volúmenes del marco construido, las vistas desde abajo hacia arriba, desde arriba hacia abajo y los usos visuales de algunos patios y terrazas fueron tomados en cuenta a la hora de diseñar.
El jardín prolonga el paisaje del Palacio que desciende hacia la calle Posadas y genera diferentes rincones y lugares de estar.
En el jardín central, la enorme barranca es simplemente de césped, con perfecta nivelación y ocultamiento de la estructura de hormigón subyacente, para ver sólo verde hacia arriba. De este modo, se constituyó una vista con mucho carácter y síntesis. Esa barranca natural se acentuó con el diseño de una fuente-canal, coincidente con el eje de simetría del Palacio y que lo vincula con la torre contemporánea. Aporta al jardín el rumor de sus caídas de agua, un brillo cristalino, tanto de día como en la noche, enriqueciendo el paisaje con las flores de nenúfares en los diversos estanques escalonados. La materialidad de esta fuente lineal responde al diseño contemporáneo de la torre.
Se utilizó vegetación que creara un ambiente sereno y que recordara los jardines de antaño: enormes cicas, tapices de violetas perfumadas, siempre condicionados por el escaso asoleamiento. Bajo el enorme ginkgo que asoma hacia el hotel, plantado en los jardines de la Nunciatura, se creó un bosquecillo que trepa la barranca, con ginkgos de diferentes tamaños ubicados como si hubieran nacido de los frutos caídos.
En uno de los laterales del hotel se destacan las grandes cicas y el elegante porte de las balaustradas.
El diseño paisajístico incluyó la totalidad del espacio exterior del hotel: accesos, terrazas, escalinatas, fuentes, balaustradas, muros y patios. Es el producto del trabajo conjunto de arquitectos, restauradores, diseñadores de iluminación y de sonido, además de los diversos técnicos, durante varios años de obra. El resultado de este proyecto se debe al trabajo coordinado de todos, con el compromiso positivo y el aliento de los propietarios.
La gran escalera de pórfido y, como fondo, la anticipación del Palacio.
Lugar: Avenida Alvear y Posadas
Proyecto de paisajismo: Estudio de Arquitectura
Paisajista Wilder Larrea y asoc. (Arq. W. Larrea - Lic. E. Ottaviani)
Colaboradores: Celeste Iglesias y Hernán Lugea
Año de ejecución: 2004-2006 Superficie: 2.800m²
FUENTE: BLOGYDECO
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