Blue House - MMAS Arquitectura
MMAS arquitectura es un equipo formado por dos jóvenes arquitectos,Claudio Montero y David Gª-Manzanares, con amplia experiencia en construcción de viviendas, decoración de interiores y creación de imagen corporativa.
El último proyecto del equipo de arquitectos MMAS Arquitectura es una vivienda construida para una pareja joven en una zona residencial del municipio manchego de Daimiel, la casa se asienta sobre un solar triangular de reducidas dimensiones y difícil aprovechamiento.
El volumen general se configura como una macla de volúmenes por cuyos muros de blanco inmaculado resbala la luz, mostrando la cadencia de las horas en sus juegos de sombras.
Sobre estos volúmenes destaca un muro azul, preponderante, que se erige en metáfora de las casas rurales y la arquitectura popular, arquitectura de casas encaladas y zócalo en azulina. Este muro se rasga en su parte superior, conformando en si mismo este hueco la chimenea.
El salón se vuelca hacia un patio privado intimista. El carácter de este patio se refuerza con una iluminación indirecta (a base de luminarias ocultas en los huecos rasgados en el muro), y una pequeña banda de jardín lineal presidida por un limonero.
El comedor, que se abre igualmente a este patio privado, se trata de un espacio a doble altura bañado cenitalmente por un cubo de luz, y comunicado con el distribuidor de la planta primera mediante un pequeño balcón-mirador.
La cocina se organiza en torno a una zona de trabajo (con un ventanal corrido a una altura tal que permite obtener luz sin ser visto desde el exterior), y una zona para desayunar (con una generosa ventana desde la que observar el jardín anterior a la vivienda). Se escoge un alicatado en marfil blanco liso, y se elige un mobiliario igualmente en blanco, reservando el espacio del solado para establecer un juego de vivos colores.
El baño obtiene su personalidad de una encimera que parece apoyarse en el techo, plegarse sobre si misma para conformar la encimera propiamente dicha, y volverse a plegar para descansar en el otro extremo en el suelo.
La caja de escalera está salpicada por la luz que entra a través de un muro translúcido de pavés, que lo recorre en toda su altura. Este muro translúcido permite una luz filtrada en el interior en las horas diurnas y una visión transparente cuando la luz interior sea perceptible desde el exterior.
El último proyecto del equipo de arquitectos MMAS Arquitectura es una vivienda construida para una pareja joven en una zona residencial del municipio manchego de Daimiel, la casa se asienta sobre un solar triangular de reducidas dimensiones y difícil aprovechamiento.
El volumen general se configura como una macla de volúmenes por cuyos muros de blanco inmaculado resbala la luz, mostrando la cadencia de las horas en sus juegos de sombras.
Sobre estos volúmenes destaca un muro azul, preponderante, que se erige en metáfora de las casas rurales y la arquitectura popular, arquitectura de casas encaladas y zócalo en azulina. Este muro se rasga en su parte superior, conformando en si mismo este hueco la chimenea.
El salón se vuelca hacia un patio privado intimista. El carácter de este patio se refuerza con una iluminación indirecta (a base de luminarias ocultas en los huecos rasgados en el muro), y una pequeña banda de jardín lineal presidida por un limonero.
El comedor, que se abre igualmente a este patio privado, se trata de un espacio a doble altura bañado cenitalmente por un cubo de luz, y comunicado con el distribuidor de la planta primera mediante un pequeño balcón-mirador.
La cocina se organiza en torno a una zona de trabajo (con un ventanal corrido a una altura tal que permite obtener luz sin ser visto desde el exterior), y una zona para desayunar (con una generosa ventana desde la que observar el jardín anterior a la vivienda). Se escoge un alicatado en marfil blanco liso, y se elige un mobiliario igualmente en blanco, reservando el espacio del solado para establecer un juego de vivos colores.
El baño obtiene su personalidad de una encimera que parece apoyarse en el techo, plegarse sobre si misma para conformar la encimera propiamente dicha, y volverse a plegar para descansar en el otro extremo en el suelo.
La caja de escalera está salpicada por la luz que entra a través de un muro translúcido de pavés, que lo recorre en toda su altura. Este muro translúcido permite una luz filtrada en el interior en las horas diurnas y una visión transparente cuando la luz interior sea perceptible desde el exterior.
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