Edificio de viviendas Sinaloa 193 - Alonso de Garay Arquitectos
La fuerte expansión territorial de la ciudad de México en las últimas décadas ha generado el abandono y decadencia de muchas de las colonias antiguas de la capital con más historia y tradición, tales como Roma, Juárez y Condesa, entre otras. Muchas propiedades que a principios del siglo pasado pertenecieron a familias de la alta sociedad capitalina, hoy son vejestorios y ruinas deterioradas por el cúmulo de años de abandono, agravado luego por el temblor de 1985.
En los últimos años, estas colonias están siendo aprovechadas por empresarios y arquitectos mexicanos para reciclarlas y recuperarlas, ya sea remodelando edificios con estilos viejos y convirtiéndolos en obras de arquitectura moderna, o bien demoliéndolos y construyendo de nuevo para formar parte de una nueva época de la arquitectura mexicana. Este movimiento ha generado que estas zonas vuelvan a ser de las más caras y cotizadas de la capital mexicana.
Sinaloa 193 era un edificio del siglo pasado, ubicado en la colonia Roma, que en algún tiempo fue centro de capacitación del Banco del Atlántico y posteriormente quedó en el abandono, lo que provocó que fuera invadido y se convirtiera en una ruina. Años más tarde fue recuperado por Banco HSBC y en el año 2010 el predio fue adquirido por la empresa TIERRA CAPITAL, para reciclarlo y convertirlo en un edificio de vivienda de interés medio con un concepto muy audaz y moderno.
El proyecto cuenta con 26 departamentos en seis niveles, que van desde 56 m2 hasta 110 m2. La arquitectura busca ser a la vez moderna y sencilla, no pretenciosa, cálida y natural. Este concepto se logra mediante el contraste de planos y espacios amplios, de elementos industriales con elementos naturales y de texturas frías como el acero y el aluminio con texturas cálidas como la piedra y la madera, todo combinado con vegetación y elementos esculturales.
El diseño interior plantea espacios abiertos y luminosos, que dan una sensación de amplitud, funcionalismo y comodidad, a pesar del tamaño relativamente reducido de los departamentos. La fachada combina vidrio y piedra con jardineras de nopales en todos los ventanales.
En el diseño de los cubos de iluminación se encontró una solución ingeniosa y audaz que le da el sello distintivo al edificio. Dado que las vistas eran poco atractivas, se buscó un diseño de paisaje que sirviera de cortina y fuera a la vez un elemento escultural. Este se inspiró en la idea del reciclaje, utilizando piezas de desecho como son las llantas usadas para convertirlas en nidos de plantas típicas mexicanas, en su mayoría sábilas exóticas y magueyes.
Además, los patios se transformaron en jardines con árboles y plantas y gran parte de las azoteas se convirtieron también en terrazas con áreas verdes. La vegetación usada se escogió siguiendo las teorías del Feng Shui y procurando la preservación de especies en peligro de extinción, creando un hábitat sui generis con materiales de reciclaje.
En resumen, Sinaloa 193 era un edificio muerto del siglo XX que renace en el siglo XXI como un edificio moderno y funcional, pero también, como espacio escultórico, como espacio verde y como una vivienda muy atractiva y accesible en términos de costo. Sin duda es un ejemplo de arquitectura mexicana moderna que se inspira en el reciclaje y que contribuye a la recuperación y revaluación inmobiliaria de colonias tradicionales que estaban muy deterioradas.
Arquitectos: Alonso de Garay Aqruitectos
Año de la Obra:2010
Ubicación: Ciudad de México, MX
Contratista General: Rodolfo Ortega ORAR
Paisajismo: Jeronimo Gabayet
Fotógrafo: Jimena Carranza
En los últimos años, estas colonias están siendo aprovechadas por empresarios y arquitectos mexicanos para reciclarlas y recuperarlas, ya sea remodelando edificios con estilos viejos y convirtiéndolos en obras de arquitectura moderna, o bien demoliéndolos y construyendo de nuevo para formar parte de una nueva época de la arquitectura mexicana. Este movimiento ha generado que estas zonas vuelvan a ser de las más caras y cotizadas de la capital mexicana.
Sinaloa 193 era un edificio del siglo pasado, ubicado en la colonia Roma, que en algún tiempo fue centro de capacitación del Banco del Atlántico y posteriormente quedó en el abandono, lo que provocó que fuera invadido y se convirtiera en una ruina. Años más tarde fue recuperado por Banco HSBC y en el año 2010 el predio fue adquirido por la empresa TIERRA CAPITAL, para reciclarlo y convertirlo en un edificio de vivienda de interés medio con un concepto muy audaz y moderno.
El proyecto cuenta con 26 departamentos en seis niveles, que van desde 56 m2 hasta 110 m2. La arquitectura busca ser a la vez moderna y sencilla, no pretenciosa, cálida y natural. Este concepto se logra mediante el contraste de planos y espacios amplios, de elementos industriales con elementos naturales y de texturas frías como el acero y el aluminio con texturas cálidas como la piedra y la madera, todo combinado con vegetación y elementos esculturales.
El diseño interior plantea espacios abiertos y luminosos, que dan una sensación de amplitud, funcionalismo y comodidad, a pesar del tamaño relativamente reducido de los departamentos. La fachada combina vidrio y piedra con jardineras de nopales en todos los ventanales.
En el diseño de los cubos de iluminación se encontró una solución ingeniosa y audaz que le da el sello distintivo al edificio. Dado que las vistas eran poco atractivas, se buscó un diseño de paisaje que sirviera de cortina y fuera a la vez un elemento escultural. Este se inspiró en la idea del reciclaje, utilizando piezas de desecho como son las llantas usadas para convertirlas en nidos de plantas típicas mexicanas, en su mayoría sábilas exóticas y magueyes.
Además, los patios se transformaron en jardines con árboles y plantas y gran parte de las azoteas se convirtieron también en terrazas con áreas verdes. La vegetación usada se escogió siguiendo las teorías del Feng Shui y procurando la preservación de especies en peligro de extinción, creando un hábitat sui generis con materiales de reciclaje.
En resumen, Sinaloa 193 era un edificio muerto del siglo XX que renace en el siglo XXI como un edificio moderno y funcional, pero también, como espacio escultórico, como espacio verde y como una vivienda muy atractiva y accesible en términos de costo. Sin duda es un ejemplo de arquitectura mexicana moderna que se inspira en el reciclaje y que contribuye a la recuperación y revaluación inmobiliaria de colonias tradicionales que estaban muy deterioradas.
Arquitectos: Alonso de Garay Aqruitectos
Año de la Obra:2010
Ubicación: Ciudad de México, MX
Contratista General: Rodolfo Ortega ORAR
Paisajismo: Jeronimo Gabayet
Fotógrafo: Jimena Carranza
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