Pachacamac House - Longhi Architects
Esta vivienda de Longhi Architects está labrada en una colina de Pachacamac, a 40km al sur de Lima (Perú), confundiéndose con su entorno.
No es un trabajo de camuflaje arquitectónico, sino más bien de simbiosis entre la tierra y la actividad humana, tanto la rutinaria como la intelectual. Sobre una extensión de 5000m2 el área construida ocupa unos 480m2, que están organizados con diferente “fachada” según la ladera de la colina.
Planteada como casa de retiro para un filósofo, toda ella está proyectada en un “lenguaje antiguo inventado”, no hay simetrías y casi todos sus huecos se distribuyen de manera desordenada, pero sin romper la armonía global de la obra.
Un gran espacio cúbico acristalado en su extremo es la única pieza “desnuda” de toda la casa, el resto está siempre tras las murallas que forman sus muros de piedra, o simplemente enterrado.
Es muy potente la textura de los muros de mampostería, que unas veces sirven para contener las tierras y otras para formar la fachada, alternados en ocasiones con muros de hormigón, pero siempre dando a la construcción un carácter de asentamiento antiguo y moderno en su lenguaje.
Su interior es aún más imprevisible, pues la vivienda sorprende en cada uno de sus recorridos, con un grado de personalización total, sin ningún hueco estándar, presentando soluciones para cada entrada y con volúmenes de hormigón para formar parte del mobiliario de la casa, como es el caso de la mesa de hormgión del comedor (ver también plano de planta baja).
FUENTE: TECNOHAUS
No es un trabajo de camuflaje arquitectónico, sino más bien de simbiosis entre la tierra y la actividad humana, tanto la rutinaria como la intelectual. Sobre una extensión de 5000m2 el área construida ocupa unos 480m2, que están organizados con diferente “fachada” según la ladera de la colina.
Planteada como casa de retiro para un filósofo, toda ella está proyectada en un “lenguaje antiguo inventado”, no hay simetrías y casi todos sus huecos se distribuyen de manera desordenada, pero sin romper la armonía global de la obra.
Un gran espacio cúbico acristalado en su extremo es la única pieza “desnuda” de toda la casa, el resto está siempre tras las murallas que forman sus muros de piedra, o simplemente enterrado.
Es muy potente la textura de los muros de mampostería, que unas veces sirven para contener las tierras y otras para formar la fachada, alternados en ocasiones con muros de hormigón, pero siempre dando a la construcción un carácter de asentamiento antiguo y moderno en su lenguaje.
Su interior es aún más imprevisible, pues la vivienda sorprende en cada uno de sus recorridos, con un grado de personalización total, sin ningún hueco estándar, presentando soluciones para cada entrada y con volúmenes de hormigón para formar parte del mobiliario de la casa, como es el caso de la mesa de hormgión del comedor (ver también plano de planta baja).
FUENTE: TECNOHAUS
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