Casa de los pinos - XPIRAL
Dicen que la arquitectura surge de la necesidad… y también de la dificultad (la que nos encontramos y la que nosotros sumamos).Quizás este sea un caso donde ambas cosas confluyen, pero la dificultad gana por goleada: una parcela con doce metros de desnivel, en una ladera Norte, con una edificabilidad insuficiente para el programa propuesto, un terreno rocoso, un bosque a conservar y como siempre… querer dar liebre por gato.
La vivienda se realiza como un interface, un dispositivo de intermediación que permite usar lugares de difícil ocupación.La zona inferior es un vaciado en la montaña, donde se incrustan los usos con menos necesidad de soleamiento y un acceso a la zona superior. Entre este acceso y el de la parcela, la sombra arrojada por la parte superior crea un vestíbulo suburbano, exterior y pensado para acceder en vehículo.
La parte superior, por el contrario, es una grapa que se pincha en el terreno, que queda suspendida, y que genera en su hueco interior una fachada sur que introduce el sol y el viento en los espacios habitables de la casa.
En la línea habitual de devastación del territorio cometida por los promotores españoles de situarse en lugares que tienen unas condiciones naturales atractivas, Montepinar es un ejemplo más: un bosque mediterráneo en una topografía suave con buenas vistas, que es sustituido por una costra impermeable de monocapa y teja de seis metros de altura.
El deseo de potenciar las características naturales del lugar hace plantear una solución que haga posible no sólo el mimetismo con el paisaje sino que además lo refleje y multiplique.Aparece así una geometría poliédrica, revestida de acero tornasolado verde-azul, que se funde con el cielo y con los árboles, refleja los pinos cercanos y se eleva para que el suelo pase por debajo de ella… ironía del lacónico “verdear” de Bruno Latour?
La envolvente de la casa es una membrana que, al revés de lo habitual, se construye de dentro hacia fuera, con diferentes leyes en cada capa y que por lo tanto generan geometrías diferentes. La cámara intermedia es, por tanto, variable, acogiendo o distribuyendo las instalaciones por cubiertas y fachadas de forma libre, pinchando sólo donde es necesario la capa interior cerámica.
Lo cercano se convierte en lo más importante (paisaje, reflejos, vistas, materiales…), por lo que el mobiliario y la iluminación son elementos esenciales, que se entrelazan con los elementos constructivos, algunas veces de manera literal, hasta formar un todo que será, de nuevo, el tiempo el que lo termine de ajustar de manera natural.
La vivienda se realiza como un interface, un dispositivo de intermediación que permite usar lugares de difícil ocupación.La zona inferior es un vaciado en la montaña, donde se incrustan los usos con menos necesidad de soleamiento y un acceso a la zona superior. Entre este acceso y el de la parcela, la sombra arrojada por la parte superior crea un vestíbulo suburbano, exterior y pensado para acceder en vehículo.
La parte superior, por el contrario, es una grapa que se pincha en el terreno, que queda suspendida, y que genera en su hueco interior una fachada sur que introduce el sol y el viento en los espacios habitables de la casa.
Esta zona despegada del suelo acaba en una cubierta acabada con el mismo material que las fachadas, que lo envuelve todo y que permite que el agua de lluvia escurra libremente hasta el suelo, aprovechándola como riego de la vegetación de monte bajo natural del terreno.
El acero cubre toda la casa como un embozo, es un tejido que nos proteje térmicamente y al mismo tiempo nos aísla de las agresiones de las vistas cercanas y nos permite mirar de manera escogida y puntual.
Por encima de todo, en la zona más soleada, queda una zona de solarium y piscina, que mira por encima de la cubierta triangulada hacia horizontes más lejanos al mismo tiempo que oculta las construcciones vecinas.
En la línea habitual de devastación del territorio cometida por los promotores españoles de situarse en lugares que tienen unas condiciones naturales atractivas, Montepinar es un ejemplo más: un bosque mediterráneo en una topografía suave con buenas vistas, que es sustituido por una costra impermeable de monocapa y teja de seis metros de altura.
El deseo de potenciar las características naturales del lugar hace plantear una solución que haga posible no sólo el mimetismo con el paisaje sino que además lo refleje y multiplique.Aparece así una geometría poliédrica, revestida de acero tornasolado verde-azul, que se funde con el cielo y con los árboles, refleja los pinos cercanos y se eleva para que el suelo pase por debajo de ella… ironía del lacónico “verdear” de Bruno Latour?
La envolvente de la casa es una membrana que, al revés de lo habitual, se construye de dentro hacia fuera, con diferentes leyes en cada capa y que por lo tanto generan geometrías diferentes. La cámara intermedia es, por tanto, variable, acogiendo o distribuyendo las instalaciones por cubiertas y fachadas de forma libre, pinchando sólo donde es necesario la capa interior cerámica.
La estructura de hormigón, generadora principal de los diferentes espacios, queda vista en todas las estancias de la casa, igual que la fábrica de termoarcilla que la retaca completando la cara interior de la fachada y que le proporciona masividad e inercia.La cara exterior concentra la impermeabilidad y el aislamiento en una piel mucho más técnica, lisa, suave y tornasolada que envuelve por completo la vivienda.
Hacer arquitectura significa reconocer la importancia del tiempo en un proceso largo, que comienza en el proyecto, continua con la obra y termina con el ajuste del mobiliario, la jardinería,…
Habitar esta casa significa, ante todo, disfrutarla desde el interior ya que es allí donde resulta más sorprendente.
En el interior aparece el sol, el cielo, el reflejo de los árboles, la transparencia, las vistas cruzadas entre las estancias, entre las diferentes alturas…multitud de estímulos que contrastan con la uniformidad y hermetismo de la piel exterior, de donde sólo algunas vistas escogidas quedan enmarcadas en pequeños huecos.
Lo cercano se convierte en lo más importante (paisaje, reflejos, vistas, materiales…), por lo que el mobiliario y la iluminación son elementos esenciales, que se entrelazan con los elementos constructivos, algunas veces de manera literal, hasta formar un todo que será, de nuevo, el tiempo el que lo termine de ajustar de manera natural.
Location: Murcia, Spain
Collaborators: Lola Jiménez, Susana Velasco, Malte Eglinger
Structural Engineering: IDEEE
Services: Federico Garcia Salmerón
Construction Engineering: Luis Fernando Perona, Miguel Ángel Carceles
Promotor: Juan Carlos López Orenes
Project year: 2003-2006
Budget: US $1,15 M
Constructed Area: 467 sqm
Photographs: Juan de la Cruz Megías
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