Departamento Luz - Laclau + Borelli Arquitectos Asociados
El proyecto de este departamento, situado en un condominio en Barra da Tijuca en la ciudad de Río de Janeiro, surgió del deseo de los propietarios, una pareja joven sin hijos, de unir dos propiedades vecinas que habían heredado. Los dos departamentos ocupaban un ala completa de la planta total del edificio, lo que daría al nuevo inmueble una gran área de fachada, y en su mayoría con vistas a la playa situada hacia el sur.
El perfil informal de los clientes sumado al hecho de que las salas son el punto de unión entre los pisos, permitió proyectar una distribucion menos jerarquizada, definiendo una gran área social continua que articula los distintos ambientes de la casa. El objetivo era aumentar la sensacion de amplitud del espacio y la luminosidade de los ambientes, para lo que se minimizó el área de circulación, se decidió utilizar materiales de colores claros como base, y se crearon ejes visuales privilegiando las vistas y mejorando la relación con el paisaje.
Los propietarios querían tener dos habitaciones cómodas, una sala de buen tamaño, donde pudiesen relajarse, dos oficinas para trabajar en la casa, dormitorio y baño amplio para la empleada, un depósito de tablas de surf con acceso directo a la circulacion de servicio del edificio, un baño extra para la eventual construcción de otro dormitorio y cocina y área de servicio bien iluminados y ventilados.
Los cambios en las alineaciones de muros, para la definición de ambientes más favorables y cómodos, llevó a varios ajustes en la estructura existente. La aparición de las vigas de techo, por ejemplo, sugirió la instalación de diferentes pie derecho y se procuró utilizar las transiciones de altura como elemento de diseño de los espacios. Por ejemplo, la viga en el medio de la sala fue utilizada como soporte para un canal de iluminación y los desniveles en el techo de los escritorios ayudo a definir las modulaciones en la carpintería.
La relación entre los espacios merece especial atención en este proyecto, y la relación entre la cocina y el salón ilustra este punto. La gran puerta divisoria de corredera, cuando está abierta se oculta completamente dentro del muro del comedor, lo que contribuye a generar una sensación de continuidad espacial.
Antes del proyecto, los propietarios ya trabajaban en su casa y compartían el mismo ambiente, pequeño para dos personas. El espacio era desordenado y sucio, con pocos lugares para guardar las cosas de cada uno. Para el nuevo proyecto, ambos prefirieron oficinas separadas y adaptadas a las necesidades especificas de cada uno. Se proyectaron entonces dos espacios distintos y bien delimitados, pero que se integran a una segunda zona de estar del departamento.
La transición entre estos ambientes es a través de puertas de madera y cristal, que aíslan el sonido, pero evitan la sensación de encierro, haciéndolas más atractivas. Estas puertas tienen un detalle curioso: con el fin de formar una fachada interna continua y reforzar el aspecto minimalista, y jugar con la percepción del espacio, se detalla un panel de tres hojas, y sólo dos puertas pivotantes que ocultan los montantes.
La carpintería, de formas simples y elegantes, fue diseñadas con detalles pensados específicamente para cada uno de ellos, como el revistero para exponer los libros escritos por ella y cajones con tapa de vidrio para él para encontrar las herramientas y equipos utilizados en el día a día.
En el diseño de los diversos elementos que conforman el espacio, hemos tratado de hacer hincapié en la continuidad, el juego de volúmenes y la relación con el todo, ya sea a través de líneas que se extienden entre los ambientes, o la elección de materiales de aspecto natural y texturas solidas, con el objetivo de equilibrar la geometría recta y seca de los elementos, creando un interesante contraste que favorece la reflexión de la luz e intensifica la luminosidade de los ambientes.
Por ultimo, la iluminación artificial también fue objeto de un cuidadoso diseño que ha tenido en cuenta la alternancia entre la luz general y pontual, con uma correcta especificación para las distintas actividades a realizar.
Arquitectura: Laclau + Borelli Arquitectos Asociados
Ubicación: Barra da Tijuca, Rio de Janeiro, Brazil
Equipo: Christiane Laclau y Rafael Borelli
Área: 230.0 m2
Año Proyecto: 2007
Construcción: Osborne
Carpintería: Cap Marcenaria
Cocina: Florense
Iluminación: Prolight
Fotografías: MCA studio + Luciano Bogado
El perfil informal de los clientes sumado al hecho de que las salas son el punto de unión entre los pisos, permitió proyectar una distribucion menos jerarquizada, definiendo una gran área social continua que articula los distintos ambientes de la casa. El objetivo era aumentar la sensacion de amplitud del espacio y la luminosidade de los ambientes, para lo que se minimizó el área de circulación, se decidió utilizar materiales de colores claros como base, y se crearon ejes visuales privilegiando las vistas y mejorando la relación con el paisaje.
Los propietarios querían tener dos habitaciones cómodas, una sala de buen tamaño, donde pudiesen relajarse, dos oficinas para trabajar en la casa, dormitorio y baño amplio para la empleada, un depósito de tablas de surf con acceso directo a la circulacion de servicio del edificio, un baño extra para la eventual construcción de otro dormitorio y cocina y área de servicio bien iluminados y ventilados.
Los cambios en las alineaciones de muros, para la definición de ambientes más favorables y cómodos, llevó a varios ajustes en la estructura existente. La aparición de las vigas de techo, por ejemplo, sugirió la instalación de diferentes pie derecho y se procuró utilizar las transiciones de altura como elemento de diseño de los espacios. Por ejemplo, la viga en el medio de la sala fue utilizada como soporte para un canal de iluminación y los desniveles en el techo de los escritorios ayudo a definir las modulaciones en la carpintería.
La relación entre los espacios merece especial atención en este proyecto, y la relación entre la cocina y el salón ilustra este punto. La gran puerta divisoria de corredera, cuando está abierta se oculta completamente dentro del muro del comedor, lo que contribuye a generar una sensación de continuidad espacial.
Antes del proyecto, los propietarios ya trabajaban en su casa y compartían el mismo ambiente, pequeño para dos personas. El espacio era desordenado y sucio, con pocos lugares para guardar las cosas de cada uno. Para el nuevo proyecto, ambos prefirieron oficinas separadas y adaptadas a las necesidades especificas de cada uno. Se proyectaron entonces dos espacios distintos y bien delimitados, pero que se integran a una segunda zona de estar del departamento.
La transición entre estos ambientes es a través de puertas de madera y cristal, que aíslan el sonido, pero evitan la sensación de encierro, haciéndolas más atractivas. Estas puertas tienen un detalle curioso: con el fin de formar una fachada interna continua y reforzar el aspecto minimalista, y jugar con la percepción del espacio, se detalla un panel de tres hojas, y sólo dos puertas pivotantes que ocultan los montantes.
La carpintería, de formas simples y elegantes, fue diseñadas con detalles pensados específicamente para cada uno de ellos, como el revistero para exponer los libros escritos por ella y cajones con tapa de vidrio para él para encontrar las herramientas y equipos utilizados en el día a día.
En el diseño de los diversos elementos que conforman el espacio, hemos tratado de hacer hincapié en la continuidad, el juego de volúmenes y la relación con el todo, ya sea a través de líneas que se extienden entre los ambientes, o la elección de materiales de aspecto natural y texturas solidas, con el objetivo de equilibrar la geometría recta y seca de los elementos, creando un interesante contraste que favorece la reflexión de la luz e intensifica la luminosidade de los ambientes.
Por ultimo, la iluminación artificial también fue objeto de un cuidadoso diseño que ha tenido en cuenta la alternancia entre la luz general y pontual, con uma correcta especificación para las distintas actividades a realizar.
Arquitectura: Laclau + Borelli Arquitectos Asociados
Ubicación: Barra da Tijuca, Rio de Janeiro, Brazil
Equipo: Christiane Laclau y Rafael Borelli
Área: 230.0 m2
Año Proyecto: 2007
Construcción: Osborne
Carpintería: Cap Marcenaria
Cocina: Florense
Iluminación: Prolight
Fotografías: MCA studio + Luciano Bogado
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