Casa 948 - Víctor Sánchez Taffur + Beltrán Haddad
La Casa 948 está ubicada en las afueras de la ciudad de Caracas, concretamente al sureste; un lugar con clima fresco de montaña y con una vasta vegetación en llanos y pendientes que ofrecen potenciales vistas del paisaje.
El lote de terreno se ubica en una de las montañas de la zona, en torno a una serie de casas medianeras que comparten internamente una zona verde que contiene un parque natural. La mayoría de las viviendas se conectan con el parque gracias a una salida trasera directa desde la propia casa.
Como dato adicional, durante el recorrido por la calle se aprecian muros ciegos, altos y continuos de las fachadas vecinas, cerramientos herméticos que confieren un carácter un tanto hostil a la escala doméstica del lugar. En su condición natural, el terreno de la casa mostraba una pendiente típica de montaña. Bajaba unos metros desde el fondo hasta el frente del lote, aspecto que se reconoció al momento de implantar la propuesta y que permitió resolver el eje de conexión que genera un ascenso desde el acceso principal de calle hasta la posterior salida hacia el parque en cuestión.
El programa de la casa consiste en dar alojamiento a un grupo familiar de 5 personas (padre, madre y tres hijos) además de la empleada doméstica. Una de las exigencias tenía que ver con la inclusión de un baño en la habitación de cada hijo. En torno a estos requerimientos, se planteó un esquema en forma de “L” a través de dos ejes que dividen el programa en volúmenes claramente diferenciados, ubicados en torno a un patio-jardín que ocupa gran parte de la zona sur.
Un volumen largo en la parte alta contiene todas las habitaciones secundarias con sus baños privados y la doble altura del comedor, aprovechando así toda la vista del norte hacia el parque. Justamente debajo de este volumen está la zona de servicio en la parte posterior. Hacia el patio, conectados por el corredor, se encuentran la cocina y el salón familiar. Hacia la otra esquina de la misma pieza, encontraremos el comedor junto a la biblioteca y al baño de visitas.
En el extremo oeste del eje de circulación se encuentra la escalera también a doble altura, flotando sobre el espejo de agua que viene desde el exterior y acompaña el recorrido hasta el interior de la casa. El mismo eje, en su extremo este, se conecta con la salida hacia el parque.
Un volumen más pequeño e independiente ubicado al sur alberga en su primer nivel a la habitación de los padres. Desde allí, se busca un claro control de la casa y de las visuales este y oeste. Debajo, sobre pilares, se encuentra el salón principal; una especie de caja de vidrio protegida por los volados del primer nivel y situada en medio de toda el área verde circundante.
Los dos ejes perpendiculares que configuran y contienen al patio-jardín, fungen como elementos de organización y conexión tanto de las funciones como de los espacios y las formas del proyecto. La zona donde se cruzan dichos ejes (nodo) da origen a la circulación vertical y al zaguán, al espacio de llegada en planta baja (puente de acceso y espejo de agua) y a la zona de distribución hacia las diferentes habitaciones en la planta alta. Se asume en todo momento el patio-jardín como origen formal del proyecto, como elemento de orden, de ventilación y de iluminación y como zona de recreo y lugar social de la casa.
En cuanto al soporte, la vivienda posee una estructura de hormigón, a excepción de la zona de circulación donde se propone una estructura mixta (acero-hormigón) para lograr ligereza a lo largo de toda la doble altura del pasillo. El cerramiento de este espacio consta originalmente de una piel ligera de lamas horizontales de aluminio que protegen del sol y cuyos apoyos cilíndricos miran al patio y se anclan al sistema aporticado de concreto de toda la casa.
El uso de los materiales pretende afirmar el orden y la armonía, tanto del espacio y la forma como de las funciones. Se emplean diversas texturas y colores fríos como los del concreto, el hierro y las lajas de piedra gris, y se buscan contrastes y sensaciones cálidas como las de la madera y la tablilla de ladrillo en tonos naranjas y ocres. El friso blanco es utilizado como un elemento neutro para realizar piezas singulares, contrastes y articulaciones entre las partes. Además, se han proyectado pérgolas, aleros, un corredor, celosías y se ha trabajado con ventilaciones cruzadas en homenaje al clima y a nuestra luz.
La propuesta ha permitido explorar sobre algunos de los temas tradicionales de la arquitectura de casas venezolanas (el zaguán, el corredor, el patio de la casa de hacienda y de la casa urbana), apoyándonos en temas modernos referidos al uso de la ventana corrida, la planta sobre pilotis y el trabajo de la quinta fachada. En fin, se ha buscado la reinterpretación contemporánea de lo local, entendiendo el valor de ciertos legados históricos y permitiéndonos, en todo momento, la exploración de nuevos lenguajes y formas espaciales.
Finalmente, el producto del trabajo arroja una exploración personal en los modos del habitar contemporáneo. Al ser una ópera prima se ha pretendido realizar un trabajo experimental, pero siempre, bajo un punto de partida claro y sencillo. En paralelo, se ha intentado que la propuesta sea entendida y aceptada por el usuario y que tenga como virtud el acierto en las respuestas a sus necesidades e inquietudes.
Arquitectos: Víctor Sánchez Taffur
Año de la Obra:2004
Área construida:320 m²
Área del terreno:528 m²
Ubicación: Caracas, Venezuela
Equipo: Beltrán Haddad, Víctor Sánchez Taffur, Ma Fernanda Perera, Rossana García, Eleana Silvera
Ingeniería Civil: Ing. Esteban Tenreiro
Construcción: Constructora Galven C.A.
Supervisión de Arquitectura: Sánchez y Haddad
Supervisión de obra: Tenreiro y Haddad
Proyecto de paisajismo: Víctor Sánchez Taffur
Proyecto de Iluminación: Sánchez, Haddad y Perera
Modelos 3d y renders: Beltrán Haddad
Maquetas: Víctor Sánchez Taffur / Rossana García
Fotógrafo: Antonio Chagin, Víctor Sánchez Taffur
El lote de terreno se ubica en una de las montañas de la zona, en torno a una serie de casas medianeras que comparten internamente una zona verde que contiene un parque natural. La mayoría de las viviendas se conectan con el parque gracias a una salida trasera directa desde la propia casa.
Como dato adicional, durante el recorrido por la calle se aprecian muros ciegos, altos y continuos de las fachadas vecinas, cerramientos herméticos que confieren un carácter un tanto hostil a la escala doméstica del lugar. En su condición natural, el terreno de la casa mostraba una pendiente típica de montaña. Bajaba unos metros desde el fondo hasta el frente del lote, aspecto que se reconoció al momento de implantar la propuesta y que permitió resolver el eje de conexión que genera un ascenso desde el acceso principal de calle hasta la posterior salida hacia el parque en cuestión.
El programa de la casa consiste en dar alojamiento a un grupo familiar de 5 personas (padre, madre y tres hijos) además de la empleada doméstica. Una de las exigencias tenía que ver con la inclusión de un baño en la habitación de cada hijo. En torno a estos requerimientos, se planteó un esquema en forma de “L” a través de dos ejes que dividen el programa en volúmenes claramente diferenciados, ubicados en torno a un patio-jardín que ocupa gran parte de la zona sur.
Un volumen largo en la parte alta contiene todas las habitaciones secundarias con sus baños privados y la doble altura del comedor, aprovechando así toda la vista del norte hacia el parque. Justamente debajo de este volumen está la zona de servicio en la parte posterior. Hacia el patio, conectados por el corredor, se encuentran la cocina y el salón familiar. Hacia la otra esquina de la misma pieza, encontraremos el comedor junto a la biblioteca y al baño de visitas.
En el extremo oeste del eje de circulación se encuentra la escalera también a doble altura, flotando sobre el espejo de agua que viene desde el exterior y acompaña el recorrido hasta el interior de la casa. El mismo eje, en su extremo este, se conecta con la salida hacia el parque.
Un volumen más pequeño e independiente ubicado al sur alberga en su primer nivel a la habitación de los padres. Desde allí, se busca un claro control de la casa y de las visuales este y oeste. Debajo, sobre pilares, se encuentra el salón principal; una especie de caja de vidrio protegida por los volados del primer nivel y situada en medio de toda el área verde circundante.
Los dos ejes perpendiculares que configuran y contienen al patio-jardín, fungen como elementos de organización y conexión tanto de las funciones como de los espacios y las formas del proyecto. La zona donde se cruzan dichos ejes (nodo) da origen a la circulación vertical y al zaguán, al espacio de llegada en planta baja (puente de acceso y espejo de agua) y a la zona de distribución hacia las diferentes habitaciones en la planta alta. Se asume en todo momento el patio-jardín como origen formal del proyecto, como elemento de orden, de ventilación y de iluminación y como zona de recreo y lugar social de la casa.
En cuanto al soporte, la vivienda posee una estructura de hormigón, a excepción de la zona de circulación donde se propone una estructura mixta (acero-hormigón) para lograr ligereza a lo largo de toda la doble altura del pasillo. El cerramiento de este espacio consta originalmente de una piel ligera de lamas horizontales de aluminio que protegen del sol y cuyos apoyos cilíndricos miran al patio y se anclan al sistema aporticado de concreto de toda la casa.
El uso de los materiales pretende afirmar el orden y la armonía, tanto del espacio y la forma como de las funciones. Se emplean diversas texturas y colores fríos como los del concreto, el hierro y las lajas de piedra gris, y se buscan contrastes y sensaciones cálidas como las de la madera y la tablilla de ladrillo en tonos naranjas y ocres. El friso blanco es utilizado como un elemento neutro para realizar piezas singulares, contrastes y articulaciones entre las partes. Además, se han proyectado pérgolas, aleros, un corredor, celosías y se ha trabajado con ventilaciones cruzadas en homenaje al clima y a nuestra luz.
La propuesta ha permitido explorar sobre algunos de los temas tradicionales de la arquitectura de casas venezolanas (el zaguán, el corredor, el patio de la casa de hacienda y de la casa urbana), apoyándonos en temas modernos referidos al uso de la ventana corrida, la planta sobre pilotis y el trabajo de la quinta fachada. En fin, se ha buscado la reinterpretación contemporánea de lo local, entendiendo el valor de ciertos legados históricos y permitiéndonos, en todo momento, la exploración de nuevos lenguajes y formas espaciales.
Finalmente, el producto del trabajo arroja una exploración personal en los modos del habitar contemporáneo. Al ser una ópera prima se ha pretendido realizar un trabajo experimental, pero siempre, bajo un punto de partida claro y sencillo. En paralelo, se ha intentado que la propuesta sea entendida y aceptada por el usuario y que tenga como virtud el acierto en las respuestas a sus necesidades e inquietudes.
Arquitectos: Víctor Sánchez Taffur
Año de la Obra:2004
Área construida:320 m²
Área del terreno:528 m²
Ubicación: Caracas, Venezuela
Equipo: Beltrán Haddad, Víctor Sánchez Taffur, Ma Fernanda Perera, Rossana García, Eleana Silvera
Ingeniería Civil: Ing. Esteban Tenreiro
Construcción: Constructora Galven C.A.
Supervisión de Arquitectura: Sánchez y Haddad
Supervisión de obra: Tenreiro y Haddad
Proyecto de paisajismo: Víctor Sánchez Taffur
Proyecto de Iluminación: Sánchez, Haddad y Perera
Modelos 3d y renders: Beltrán Haddad
Maquetas: Víctor Sánchez Taffur / Rossana García
Fotógrafo: Antonio Chagin, Víctor Sánchez Taffur
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