Casa 23.2 - Omer Arbel
DiseƱada por Omer Arbel, la Casa 23,2 es una vivienda para una familia construida sobre una gran superficie rural en las afueras de Vancouver en la costa oeste de CanadĆ”. Hay una suave pendiente de este a oeste y dos masas de bosque que definen dos “salas al aire libre”, cada una con su propia ecologĆa y con distintas condiciones de luz, la casa estĆ” situada en el punto de mĆ”xima tensiĆ³n entre estos dos entornos, y define los dos como algo distinto, y tambiĆ©n ofrece una transiciĆ³n entre ellos.
El diseƱo de la casa misma comenzĆ³, como punto de partida, con un depĆ³sito de cien aƱos de antigĆ¼edad, compuesto de vigas de abeto recuperadas de una serie de almacenes quemados. Las vigas eran de diferentes longitudes y dimensiones en secciĆ³n transversal, y tenĆan proporciones asombrosas – algunas de hasta 20 metros, y 90 centĆmetros de alto. Se convino que las vigas fueran objetos sagrados en su estado actual y que no se les manipulara o acabara con ellos de ninguna manera.
Debido a que las vigas eran de diferentes longitudes y tamaƱos, el arquitecto necesito para lograr una geometrĆa que fuera capaz de dar cabida a la enorme variedad en la dimensiĆ³n, a la vez que permitir la posibilidad de narrar espacios legibles. Se instalĆ³ en una geometrĆa triangular.
Se cruzaron los marcos de madera triangulares hechas de vigas recuperadas para crear el techo que actuarĆa como un segundo (y habitado) paisaje, trayendo este paisaje artificial sobre la suave pendiente del sitio. Los pliegues fueron manipulados para crear implĆcita y explĆcitamente relaciones entre el espacio interior y exterior de tal manera que todas las habitaciones interiores den a una sala exterior correspondiente.
Para maximizar la ambigĆ¼edad entre el espacio interior y el exterior, se quitĆ³ la definiciĆ³n de una esquina importante de cada habitaciĆ³n tirando de la estructura de respaldo de la esquina en sĆ misma, utilizando columnas de acero dobladas. TambiĆ©n se introdujeron sistemas de acordeĆ³n en estas esquinas abiertas para que toda la fachada a ambos lados de cada esquina pudieran retractarse y desaparecer por completo.
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