Casa en Ise - Takashi Yamaguchi
Esta vivienda unifamiliar está ubicada en un promontorio, con vistas al hermoso río Miyagawa que fluye de norte a sur a través de la ciudad japonesa de Ise, en la isla de Honshu.
Proyectada por el estudio de arquitectura Takashi Yamaguchi & Associates, la casa de dos pisos se define por la relación que se establece entre su minimalismo y la exhuberante naturaleza que lo arropa, y su diseño ha tenido como objetivo la creación y potenciación de esta conexión entre un interior y un exterior tan opuestos.
La casa se compone de dos volúmenes de cubiertas inclinadas, dispuestos en paralelo y conectados por un atrio central. En su interior, un doble juego de vacíos permite la visión del cielo y del río. El primero es un vacío vertical que une la terraza de la azotea con el patio del primer piso. En este nivel, otro vacío, en este caso horizontal y conectado al vertical, se abre a las vistas del río Miyagawa y amplía visualmente el espacio interior hacia el exterior.
La interacción entre estos dos vacíos –la forma en que se cruzan y conectan con los espacios interiores- genera un escenario más complejo y rico en todo el conjunto del edificio.
En las diferentes estancias se respira un ambiente nítido y luminoso. La planta baja se ha reservado para las zonas donde se desarrolla más abiertamente la vida cotidiana (el salón, el comedor, la cocina y un baño), el garaje y un estudio, mientras que en la planta superior se encuentra el espacio familiar y una habitación.
El efecto de la luz del día se maximiza por el uso del suelo de aluminio, que ofrece un brillo opaco. La luz también penetra en el interior a través de sutiles rendijas en el techo, creando una suave y tenue ambiente.
El garaje y el estudio se encuentran concretamente en el volumen occidental de la primera planta. Esta último disfruta de una abertura al exterio que permite a los ojos cansados relajarse con la contemplación de la abundante vegetación exterior.
La terraza y el patio de luz se abren al paisaje natural de la zona de Miyagawa y se convierten en un excelente punto para contemplar el festival de verano de fuegos artificiales, que tiene lugar en la zona.
Las paredes blancas del edificio sirven para reflejar tanto el fresco verde la primavera como las sombras proyectadas por las ramas desnudas bajo el sol de finales de otoño. Tales cambios de escenario sirven con seguridad para crear un intenso álbum de recuerdos familiares.
FUENTE: BLOGYDECO
Proyectada por el estudio de arquitectura Takashi Yamaguchi & Associates, la casa de dos pisos se define por la relación que se establece entre su minimalismo y la exhuberante naturaleza que lo arropa, y su diseño ha tenido como objetivo la creación y potenciación de esta conexión entre un interior y un exterior tan opuestos.
La casa se compone de dos volúmenes de cubiertas inclinadas, dispuestos en paralelo y conectados por un atrio central. En su interior, un doble juego de vacíos permite la visión del cielo y del río. El primero es un vacío vertical que une la terraza de la azotea con el patio del primer piso. En este nivel, otro vacío, en este caso horizontal y conectado al vertical, se abre a las vistas del río Miyagawa y amplía visualmente el espacio interior hacia el exterior.
La interacción entre estos dos vacíos –la forma en que se cruzan y conectan con los espacios interiores- genera un escenario más complejo y rico en todo el conjunto del edificio.
En las diferentes estancias se respira un ambiente nítido y luminoso. La planta baja se ha reservado para las zonas donde se desarrolla más abiertamente la vida cotidiana (el salón, el comedor, la cocina y un baño), el garaje y un estudio, mientras que en la planta superior se encuentra el espacio familiar y una habitación.
El efecto de la luz del día se maximiza por el uso del suelo de aluminio, que ofrece un brillo opaco. La luz también penetra en el interior a través de sutiles rendijas en el techo, creando una suave y tenue ambiente.
El garaje y el estudio se encuentran concretamente en el volumen occidental de la primera planta. Esta último disfruta de una abertura al exterio que permite a los ojos cansados relajarse con la contemplación de la abundante vegetación exterior.
La terraza y el patio de luz se abren al paisaje natural de la zona de Miyagawa y se convierten en un excelente punto para contemplar el festival de verano de fuegos artificiales, que tiene lugar en la zona.
Las paredes blancas del edificio sirven para reflejar tanto el fresco verde la primavera como las sombras proyectadas por las ramas desnudas bajo el sol de finales de otoño. Tales cambios de escenario sirven con seguridad para crear un intenso álbum de recuerdos familiares.
FUENTE: BLOGYDECO
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