Casa G - Alejandro Borges González
La casa constituye el bloque fundamental del diálogo arquitectónico y urbano. Es el componente espacial básico que posee la función esencial de proveer cobijo dentro de la noción de lo privado. Sin embargo, históricamente ha significado, más que un problema eminentemente funcional, una expresión particular de los deseos de los individuos como reflejo subjetivo de sus especificidades, los cuales cambian de generación en generación y de cultura en cultura.
La noción de espacio privado ha sufrido notables transformaciones en cuanto a su expresión arquitectónica. El límite tradicional que separó lo privado de lo público en muchos casos se ha borrado hasta el punto de superponerse uno a otro, introduciendo conceptos de flexibilidad e indeterminación en los ámbitos propios de lo doméstico.
La casa G surge como la necesidad de albergar a un indeterminado grupo familiar de un posible gerente general de una empresa transnacional ubicada en Punto Fijo, Estado Falcón. A diferencia del usual encargo de un proyecto para una familia específica, en esta oportunidad el problema arquitectónico se centró en responder a esta condición programática indeterminada.
El proyecto para la casa G se fundamentó en una serie de particularidades que la definen dentro de una temática dual o híbrida, la cual desarrolla aspectos como la relación entre lo privado de la casa y lo público de un espacio que le pertenece a una industria, como extensión social de la misma, y la tectónica consecuencia de esta relación. De allí se deriva que el objeto generado es el resultado de la interacción de tres piezas, cada una respondiendo a la condición programática que la genera.
El bloque social y de servicio, paralelo a la calle de acceso, es un volumen compuesto de dos elementos desfasados que expresan, a través de la materialidad, la doble composición funcional. El bloque privado se desarrolla en sentido norte-sur, en un volumen con alto nivel de independencia.
La condición híbrida se expresa a través de tres aspectos fundamentales.
El primero tiene que ver con la separación clara de las áreas privadas, pasivas, en un bloque horizontal independiente, que permite orientar los dormitorios al norte y al este, el cual posee un espacio de expansión-conexión hacia el exterior, y que establece un límite con el cuerpo semi-público que contiene todas las áreas sociales y de servicio.
El primero tiene que ver con la separación clara de las áreas privadas, pasivas, en un bloque horizontal independiente, que permite orientar los dormitorios al norte y al este, el cual posee un espacio de expansión-conexión hacia el exterior, y que establece un límite con el cuerpo semi-público que contiene todas las áreas sociales y de servicio.
En segundo lugar, se genera un esquema, en el bloque privado, que posee características de hotel, lo que permite mantener cierto nivel de independencia en cada una de las piezas que componen este cuerpo.
En tercer lugar, el carácter híbrido se expresa en la tectónica de la casa como consecuencia de las relaciones programáticas generadas. El concreto texturizado y la piedra como reflejo de lo doméstico y de lo local, en tensión con el aluminio y el acero inoxidable, fragmentos de la industria – imágenes de globalidad.
La casa se desarrolla en un solo nivel, la cual se eleva del suelo para protegerla de eventualidades climáticas que pueden generarse en Punto Fijo debido a la horizontalidad del lugar y a la ausencia de drenajes, además se crea un ducto o plenum horizontal de fácil acceso, donde se desarrollan todas las instalaciones, generándose una cámara de aire la cual reduce la temperatura interna.
Arquitecto: Alejandro Borges González
Ubicación: Punto Fijo, Estado Falcón, Venezuela
Estructura: Ing. Martín Arnal
Instalaciones: Edgar Palumbo
Supervisión de Obra: Arq. Alejandro Borges González
Área: 900 mt2
Año Proyecto: 2001-2002
Año Ejecución: 2002 – 2003
Fotografías: Arq. Alejandro Borges González
En tercer lugar, el carácter híbrido se expresa en la tectónica de la casa como consecuencia de las relaciones programáticas generadas. El concreto texturizado y la piedra como reflejo de lo doméstico y de lo local, en tensión con el aluminio y el acero inoxidable, fragmentos de la industria – imágenes de globalidad.
La casa se desarrolla en un solo nivel, la cual se eleva del suelo para protegerla de eventualidades climáticas que pueden generarse en Punto Fijo debido a la horizontalidad del lugar y a la ausencia de drenajes, además se crea un ducto o plenum horizontal de fácil acceso, donde se desarrollan todas las instalaciones, generándose una cámara de aire la cual reduce la temperatura interna.
Arquitecto: Alejandro Borges González
Ubicación: Punto Fijo, Estado Falcón, Venezuela
Estructura: Ing. Martín Arnal
Instalaciones: Edgar Palumbo
Supervisión de Obra: Arq. Alejandro Borges González
Área: 900 mt2
Año Proyecto: 2001-2002
Año Ejecución: 2002 – 2003
Fotografías: Arq. Alejandro Borges González
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