Casa en Palmela - Pedro Rogado + Catarina Almada
Esta casa unifamiliar se encuentra en una zona agraria cerca de la ciudad de Palmela. Hay dos factores que han condicionado su diseño: la voluntad de potenciar una relación interior-exterior, poniendo en valor el paisaje rural que la rodea y la intención de crear un enfoque contemporÔneo que retoma la fuerte tradición arquitectónica regional.

El resultado es una construcción innovadora, en la que se rememora la tradicional “casa romana”; no sólo a travĆ©s de la preservación de la intimidad y la separación entre espacios pĆŗblicos y privados, sino tambiĆ©n por la recuperación de elementos propios de la antigüedad, como el impluvium, que se utiliza para dividir estas Ć”reas y para permitir la recolección del agua de lluvia, y el uso de parras como cubiertas.

A estos elementos se suman la utilización de los patios de la tradición islĆ”mica: grandes superficies acristaladas que entregan vistas amplias y magnĆficas, al mismo tiempo de permitir el ingreso de luz natural, disolviĆ©ndose en los espacios interiores a travĆ©s de las transparencias de una circulación espacial sutil y fluida.

A partir de una superficie total de 126 m2, se desarrolló una tipologĆa en forma de L. La entrada, mirando hacia el norte (donde existe una parcela vecina) es casi ciega. Desde la puerta principal aparece un eje visual longitudinal que pasa a travĆ©s de la casa y abre una vista hacia la Serra de SĆ£o Francisco, al sur.
El hall, con múltiples puntos de vista, estÔ en la intersección exacta entre un pasillo y un ventanal, en el que aparece un bosque de robles en el exterior generando un nuevo eje formal y visual (y trayendo a la mente el recuerdo de los antiguos cardo y decumanus).

Las amplias superficies acristaladas en la gran sala de estar se abren tambiĆ©n hacia la Serra de SĆ£o Francisco, mientras que una chimenea en suspensión, de lĆneas simples y escultóricas, genera un diĆ”logo con el techo plano y su apoyo de pilares. La otra parte de la casa se dispone hacia el oriente, en una disposición perpendicular que define la estructura de “L”. El impluvium abierto estĆ” ubicado justamente en el punto medio entre las Ć”reas pĆŗblicas y privadas.
El Ôrea privada se divide en otras tres partes, la habitación de la hija y su baño, la habitación principal y su baño y en el extremo mÔs alejado, un estudio con amplios ventanales orientados hacia el sur y hacia el impluvium. La habitación de la hija tiene una ventana orientada hacia el este, mirando hacia el bosque de robles, y su baño es iluminado por un tragaluz que enmarca el cielo.
El revestimiento de azulejos genera un patrón grĆ”fico que parte de un módulo de lĆnea discontinua simple y se desarrolla infinitamente en zigzag. Esta grĆ”fica tambiĆ©n se puede encontrar en el baƱo del dormitorio principal y en este caso se ve reforzada por los efectos de luz del impluvium, extendiĆ©ndose por los muros y techos.
La sola apertura de la puerta de esta habitación proporciona un eje visual inusual y casi interminable que va desde el impluvium a las terrazas – patios cubiertos de azulejos hechos a mano – hasta el olivar.
Arquitectos:Pedro Rogado + Catarina Almada
AƱo de la Obra:2007
Ćrea construida:126 m²
Ubicación: Palmela, Portugal
Equipo:Pedro Rogado, Catarina Almada, Hugo Formiga, Maria Marques, Liliana EsperanƧa, Maria Pais de Sousa, Anna Leipolz
IngenierĆa Estructural: ARA – Eng.Āŗ Fernando Rodrigues
IngenierĆa Infraestructura: Geberit, S.A – Eng.Āŗ Manuel Motta, Eng.Āŗ Rui Machado
Fotógrafo:Thorsten Humpel











El resultado es una construcción innovadora, en la que se rememora la tradicional “casa romana”; no sólo a travĆ©s de la preservación de la intimidad y la separación entre espacios pĆŗblicos y privados, sino tambiĆ©n por la recuperación de elementos propios de la antigüedad, como el impluvium, que se utiliza para dividir estas Ć”reas y para permitir la recolección del agua de lluvia, y el uso de parras como cubiertas.


A estos elementos se suman la utilización de los patios de la tradición islĆ”mica: grandes superficies acristaladas que entregan vistas amplias y magnĆficas, al mismo tiempo de permitir el ingreso de luz natural, disolviĆ©ndose en los espacios interiores a travĆ©s de las transparencias de una circulación espacial sutil y fluida.


A partir de una superficie total de 126 m2, se desarrolló una tipologĆa en forma de L. La entrada, mirando hacia el norte (donde existe una parcela vecina) es casi ciega. Desde la puerta principal aparece un eje visual longitudinal que pasa a travĆ©s de la casa y abre una vista hacia la Serra de SĆ£o Francisco, al sur.
El hall, con múltiples puntos de vista, estÔ en la intersección exacta entre un pasillo y un ventanal, en el que aparece un bosque de robles en el exterior generando un nuevo eje formal y visual (y trayendo a la mente el recuerdo de los antiguos cardo y decumanus).


Las amplias superficies acristaladas en la gran sala de estar se abren tambiĆ©n hacia la Serra de SĆ£o Francisco, mientras que una chimenea en suspensión, de lĆneas simples y escultóricas, genera un diĆ”logo con el techo plano y su apoyo de pilares. La otra parte de la casa se dispone hacia el oriente, en una disposición perpendicular que define la estructura de “L”. El impluvium abierto estĆ” ubicado justamente en el punto medio entre las Ć”reas pĆŗblicas y privadas.

El Ôrea privada se divide en otras tres partes, la habitación de la hija y su baño, la habitación principal y su baño y en el extremo mÔs alejado, un estudio con amplios ventanales orientados hacia el sur y hacia el impluvium. La habitación de la hija tiene una ventana orientada hacia el este, mirando hacia el bosque de robles, y su baño es iluminado por un tragaluz que enmarca el cielo.

El revestimiento de azulejos genera un patrón grĆ”fico que parte de un módulo de lĆnea discontinua simple y se desarrolla infinitamente en zigzag. Esta grĆ”fica tambiĆ©n se puede encontrar en el baƱo del dormitorio principal y en este caso se ve reforzada por los efectos de luz del impluvium, extendiĆ©ndose por los muros y techos.
La sola apertura de la puerta de esta habitación proporciona un eje visual inusual y casi interminable que va desde el impluvium a las terrazas – patios cubiertos de azulejos hechos a mano – hasta el olivar.

Arquitectos:Pedro Rogado + Catarina Almada
AƱo de la Obra:2007
Ćrea construida:126 m²
Ubicación: Palmela, Portugal
Equipo:Pedro Rogado, Catarina Almada, Hugo Formiga, Maria Marques, Liliana EsperanƧa, Maria Pais de Sousa, Anna Leipolz
IngenierĆa Estructural: ARA – Eng.Āŗ Fernando Rodrigues
IngenierĆa Infraestructura: Geberit, S.A – Eng.Āŗ Manuel Motta, Eng.Āŗ Rui Machado
Fotógrafo:Thorsten Humpel










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