De niño a adolescente: Cómo transformar el dormitorio
A medida que los niños van creciendo, la decoración de su habitación infantil se debe modificar para adecuar su cuarto a las necesidades que corresponden a las de un adolescente.
Tanto el cuerpo, como la mente, en la adolescencia experimentan enormes cambios y el dormitorio del niño debe evolucionar de forma paralela a ellos.
La transformación de la decoracion
Todo depende de dónde se parte: si la propuesta de niño fue excesivamente infantil, será difícil hacer un cambio en pocos pasos.
Pero algunos recursos pueden ser útiles: los colores, los accesorios y las texturas ayudarán a facilitar el recambio.
La configuración del espacio podrá ser similar a la que tenía cuando era niño, un área para el descanso, una para el estudio y una para el ocio.
Debemos tener en cuenta que un adolescente ya tiene una enorme capacidad de decidir acerca de lo que quiere, ya tiene gustos propios y por lo tanto deberemos dejarle participar en la elección de muebles, colores y elementos decorativos. Hacerlo participar ayudará a que se sienta identificado. Va a necesitar ser escuchado para que luego sienta que el cuarto ha sido hecho a su imagen.
En cuanto al escritorio, siempre será mejor optar por un diseño a medida que utilice al máximo el espacio disponible de manera inteligente.
Computadora, libros, conexiones eléctricas y mesa de trabajo deben integrarse sabiamente para lograr eficiencia en el diseño, pero también en el despliegue de tareas. Uno de los secretos para realizar bien las demandas escolares es generar un espacio amigable para ello.
FUENTE: BLOGYDECO
Tanto el cuerpo, como la mente, en la adolescencia experimentan enormes cambios y el dormitorio del niño debe evolucionar de forma paralela a ellos.
Su habitación es el espacio donde el adolescente pasa más tiempo en la casa, donde crece y realiza sus actividades cotidianas y su decoración debe contribuir al desarrollo de su carácter, el cuarto debe ser un espacio donde se sienta cómodo para reflexionar y evolucionar, donde se sienta seguro y a gusto, será su refugio donde tener intimidad.
El primer síntoma será que querrá que empiecen a desaparecer los juguetes y muñecos que le hacen recordar su vieja etapa, pero no habrá que descartarlos por completo, porque el crecimiento es un vaivén de sensaciones, de modo que en algún momento los pedirá nuevamente y los volverá a rechazar.
La transformación de la decoracion
Todo depende de dónde se parte: si la propuesta de niño fue excesivamente infantil, será difícil hacer un cambio en pocos pasos.
Pero algunos recursos pueden ser útiles: los colores, los accesorios y las texturas ayudarán a facilitar el recambio.
La configuración del espacio podrá ser similar a la que tenía cuando era niño, un área para el descanso, una para el estudio y una para el ocio.
Debemos tener en cuenta que un adolescente ya tiene una enorme capacidad de decidir acerca de lo que quiere, ya tiene gustos propios y por lo tanto deberemos dejarle participar en la elección de muebles, colores y elementos decorativos. Hacerlo participar ayudará a que se sienta identificado. Va a necesitar ser escuchado para que luego sienta que el cuarto ha sido hecho a su imagen.
Un recurso práctico es elegir un color a su gusto para pintar una pared. Acorde a ello, se pueden incorporar algunos accesorios (como acolchado, almohadones, pantallas,) Algún tema de su preferencia, como deportes, autos de carrera, música, también podrán ser temas de la decoración.
Una adecuada combinación de colores, madera maciza, detalles en acero mate y mucha luz natural son las bases para comenzar a decorar. Elementos puntuales como un espacio para la música, un corcho donde colgar las fotos de sus amigos, cajones, un gran armario, un espejo y unos cuadros de su gusto decorando la pared, harán el resto.
Colores alegres para dar vitalidad y fuerza, claros para dar serenidad, oscuros que invitan a la reflexión con un denominador común, confort y funcionalidad de cara a servir al desarrollo de los más jóvenes.
Los espacios que no deben faltar
Mientras que para los niños las áreas de juego y descanso son elementales, en el adolescente la primera cambia por la necesidad de un ámbito social propio, donde amigos se quedarán a dormir o tendrán largas charlas en privado.
Mientras que para los niños las áreas de juego y descanso son elementales, en el adolescente la primera cambia por la necesidad de un ámbito social propio, donde amigos se quedarán a dormir o tendrán largas charlas en privado.
Los espacios de estudio se acrecientan con mayores demandas de áreas de guardado y mejor disposición para la realización de tareas. Es en estas dos áreas donde se recomienda invertir de manera más intensa: sumar alguna especie de asiento convertible en cama ayuda cumplir la doble función de recibir amigos y también de invitar a alguno de ellos a dormir. Todo esto, sin tener que hallar recursos fuera del propio cuarto.
En cuanto al escritorio, siempre será mejor optar por un diseño a medida que utilice al máximo el espacio disponible de manera inteligente.
Computadora, libros, conexiones eléctricas y mesa de trabajo deben integrarse sabiamente para lograr eficiencia en el diseño, pero también en el despliegue de tareas. Uno de los secretos para realizar bien las demandas escolares es generar un espacio amigable para ello.
FUENTE: BLOGYDECO
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